Alimenrtos orgánicos, ¿qué los diferencia?

El auge en la preocupación por la alimentación saludable nos lleva a la búsqueda de nuevos tipos de productos que aporten una dieta de calidad. Aquí entran los productos orgánicos, cuyo proceso de producción carece del uso de químicos, fertilizantes y conservantes. A pesar de ser un sector que crece cada año, actualmente su consumo supone solo un 2% sobre el total de los productos, aún a mucha distancia de otros mercados de Europa. Según la Sociedad Española de Agricultura Ecológica, el gasto medio por persona anual ha pasado de 6€ en 2005 a 20€ en 2016 y durante 2014, el Ministerio de Agricultura situaba un crecimiento del 40% con respecto al año anterior.

¿Qué requisitos debe cumplir un producto orgánico?

Para empezar, no debe tener presencia de sustancias químicas ni plaguicidas. El control de insectos debe llevarse a cabo por alternativas naturales, así como el abono debe ser orgánico.
En el caso de la carne y los productos de origen animal, el ganado debe provenir de un criado en entorno natural, limpio y con acceso al aire libre. Además, los animales no son tratados a base de hormonas de crecimiento ni antibióticos.

¿Cómo interpretamos la etiqueta del producto?

Los sellos de acreditación ecológica reflejados en la etiqueta son los que garantizan la autentificación de estos productos según las normativas establecidas por las diferentes comunidades, países o regiones. ¿Qué significa esto? Que solo cuando el productor cumple las disposiciones del Reglamento Ecológico Europeo, además de los controles de inspección sobre el estado de los productos, es cuando son certificados y vendidos como tal en el mercado.
Aunque esta certificación es la de mayor peso, existen algunas otras como la de las diferentes comunidades autónomas u otras privadas como Ecolabel, Made in Green o MSC, que distingue productos del mar con unos estándares de pesca sostenible.

¿Por qué suponen una mejor elección?

Además de suponer una alternativa saludable y sostenible respetando el medio ambiente, cuentan con estas otras características:
 

  •    Son más naturales: Según el British Journal of Nutrition, los productos orgánicos poseen hasta un 70% más de antioxidantes, entre otros nutrientes.
  •    Al no poder ser modificados genéticamente, no afectan a la salud.
  •    Los productos de origen animal no contienen antibióticos ni otros medicamentos, que no sean los que garanticen el bienestar del animal.
  •    Tienen mejor sabor: Al ser más naturales, su sabor es incomparable al de otro tipo de productos. Además, si se someten a procesos artesanales de conservación como el ahumado o el secado, no tienen por qué durar menos que los orgánicos.

¿Y tú, qué motivo añadirías?

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