La mujer en la gastronomía: mucho que aportar en un mundo de hombres

Es paradójico pensar en el contraste entre la cocina doméstica y la profesional: mientras que la primera siempre ha sido el lugar de la mujer en la segunda pasa justo lo contrario. El escaso papel femenino dentro de la cocina profesional es aún hoy una realidad, aunque cada vez más se está rompiendo esta tendencia.
Es mucho lo que debemos a la mujer en su aportación al recetario tradicional, y es que no deja de ser sorprendente el hecho de no ser destacado su papel en la historia de la gastronomía aún siendo las responsables de preservar el conocimiento culinario durante generaciones cuando no existía formación profesional.
 

Las embajadoras gastronómicas

Las mujeres de la realeza y nobleza de nuestra historia, a través de sus exclusivos gustos culinarios, se convirtieron en uno de los más fuertes referentes en tendencias entre las altas clases. Mujeres tan importantes como Teodora de Bizancio, Catalina de Médici, Ana de Austria o María Antonieta son solo algunas de las que establecieron modas que pasarían a la historia de la gastronomía
Además de ellas, las monjas también han formado parte de un aspecto tan importante como el de la preservación y tradición. Sin ir más lejos, el mazapán, un dulce tan importante en nuestro recetario, fue creado por ellas con el fin de alimentar a la población a base de ingredientes básicos.
 
Mujeres adelantadas a su tiempo
 
Anette Boutiaut, también conocida como Mère Poulard (1851-1931) empezó siendo sirvienta, lo que no le impidió ir ganando un reconocimiento dentro de la sociedad francesa gracias a su famosa omelette, una receta que hoy día sigue manteniéndose y siendo la mejor valorada de Francia.
En nuestro país y más concretamente en Sevilla, Micaela Ruiz Téllez, conocida como La Colchona (1821-1904) fue una mujer determinante en la historia de los mantecados. Su papel consistió en mejorar la conservación de este dulce para que se mantuvieran durante más tiempo incluyendo un proceso de secado.
Otras mujeres como Emilia Pardo Bazán, Simone Ortega, Nicolasa Pradera o Carmen de Burgos, destacaban por sus obras literarias y enfoque feminista. Defendían la cultura culinaria a través de sus libros de cocina, considerados muy importantes dentro del género, toda una proeza en el siglo XIX.
También del siglo XIX destaca la Marquesa de Parabene, María Mestayer de Echagüe, una gastrónoma gran divulgadora de su época, capaz de prever avances tecnológicos que tardarían décadas en llegar.
 
Un mundo de hombres
En el ámbito profesional, la cocina aún sigue siendo un espacio mayoritariamente de hombres. Sin embargo, poco a poco el mundo de la alta restauración va abriendo sus puertas a la visión femenina tan necesaria en el sector y cada vez son más las mujeres que ocupan un papel importante dentro de las cocinas.
Por todo esto, en Abantal creemos en la igualdad de género y contamos con un equipo igualitario que enriquece nuestra visión de la cocina tradicional y de vanguardia más allá de las normas tradicionales del sector.

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