LOS NUEVOS CEREALES: VERDADEROS TESOROS VEGETALES

Semillas y cereales (o pseudocereales) como la chía, la quinoa o la espelta han pasado a formar parte del vocabulario común y no es extraño oír hablar de sus bondades y beneficios.
Sin embargo, no son los únicos alimentos vegetales considerados verdaderos tesoros por las propiedades que pueden aportarnos y que además pueden resultar una opción muy interesante a la hora de elaborar platos y recetas.
Estos son algunos de los cereales y semillas quizás menos conocidos y que suponen verdaderas fuentes de nutrientes a tener en cuenta:

El lino

Las semillas de lino son ricas en antioxidantes y ácidos grasos (omega 3 y omega 6), pero destacan sobre todo por su alto contenido en fibra. Sus dos variedades más consumidas son las de tono dorado y marrón/rojizo. Una particularidad muy interesante del lino es que puede llegar a utilizarse como sustituto del huevo: al igual que ocurre con la chía, cuando entra en contacto con agua u otro líquido adquiere una textura viscosa similar a la clara del huevo con parecidas propiedades ligantes y espesantes.
La mayoría de los expertos en nutrición recomiendan consumirlas molidas porque son más fáciles de digerir, asegurándonos así de que obtenemos todos sus nutrientes.

Tritordeum

Es una nueva especie de cereal relativamente reciente que se define, además de por sus propiedades, por su filosofía basada en el respeto de los principios de agricultura sostenible. Se cultiva principalmente en España (Aragón, Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Cataluña), Italia y sur de Francia.
Posee altos niveles de fibra dietética, luteína – un antioxidante relacionado con la salud ocular- y ácidos grasos mono insaturados como el ácido oleico. Además, a pesar de contener gluten, se considera más digestivo que el trigo. A remarcar: su sabor más dulce, su aroma agradable y su llamativo color dorado (debido a la luteína).

Enkir

Es uno de los cereales más antiguos que existen a pesar de que pueda parecernos toda una novedad. En España, se le conoce con el nombre de escanda o escaña. Al igual que la espelta, tiene el grano vestido (lo que dificulta y encarece su molienda) y necesita pocos cuidados. Es, además, naturalmente muy resistente a plagas y enfermedades, lo que lo hace idónea para el cultivo ecológico.
Rico en proteínas y betacaroteno (vitamina A), posee un bajo perfil de gluten. Su harina produce panes de un sabor, color y aroma muy distintivos.

¿Has probado alguno de estos cereales y semillas? ¿Eres fiel consumidor de algún/a otro/a desconocido hasta el momento para el gran público? ¡Cuéntanoslo en los comentarios, estaremos encantados de leerte!

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