Influencias culturales en la repostería andaluza de Semana Santa
Las influencias árabes y judías son sin duda de las más relevantes en nuestra gastronomía. El uso de productos como la miel, los cítricos o los frutos secos crean una identidad propia de nuestra historia y cultura culinaria.
Historia de fusiones, cultura de sabores únicos
Miel, harina, frutos secos como la almendra y los piñones,…no solo la Semana Santa se ve influenciada por un sinfín de fusiones de pueblos antiguos, también en las festividades navideñas los muy corrientes turrones, mazapanes, alfajores y mantecados constituyen una importante base repostera.
Durante Semana Santa es bien conocida la consumición de una repostería andaluza que tiene como base estos alimentos, aportando un sabor característico a las tradiciones gastronómicas más arraigadas. Dulces como los pestiños, las torrijas, el arroz con leche, los buñuelos o la leche frita constituyen un abanico de sabores intensos y variados, aromas orientales y andaluces se unen para deleitar nuestros paladares en estas épocas del año.
Siglos y siglos de tradición han dado como resultado una cultura del postre única en el mundo en el que las monjas, depositarias del conocimiento antiguo, se dedicaban exclusivamente a la producción de pasteles. La repostería andaluza se fue extendiendo poco a poco por toda la geografía española llegando a ser conocida incluso a nivel internacional.
Cuaresma dulce tradicional
En nuestra tierra podemos disfrutar de algunas de las más inconfundibles creaciones pasteleras en estas fechas, por ejemplo:
- Torrijas: este postre es uno de los más conocidos y tradicionales. Se trata de una rebanada de pan mojada generalmente en vino (en ocasiones en leche), rebozada con huevo y diferentes especias como la canela, seguidamente endulzada con miel. Su presencia data desde el siglo I d.C y serán conocidas más adelante como las “tostadas doradas”, cuyo consumo se asocia tradicionalmente a la necesidad de aprovechar el pan sobrante.
- Pestiños: se trata de una delicia elaborada a base de harina, aceite de oliva y miel o azúcar, en ocasiones se agrega ajonjolí y se le da forma cuadrada con dos de las esquinas plegadas hacia el centro. Su historia data del siglo XVI, aunque probablemente sea más antigua. Este postre bebe de las influencias de la Shebbakiyya marroquí, cuyo origen andalusí comparten.
- Arroz con leche: Aunque es un plato típico de varios países, en España es costumbre hacerlo durante la cuaresma y la Semana Santa. Existen múltiples formas de cocinarlo: frío, caliente, con vainilla, canela, pasas,… Incluso existe una variedad llamada “arroz emperatriz”, en la que se agregan yemas de huevo.
Como vemos, las influencias culturales determinan de manera indiscutible nuestra forma de entender la gastronomía, dando como resultado un sabor único, inconfundible y altamente valorado tanto dentro como fuera de nuestras fronteras y poniendo de manifiesto no solo la calidad de nuestra materia prima sino la variedad culinaria de la que dispone Andalucía gracias a su historia.
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